06 octubre 2015

Reseña: P.S. I still love you

Título: P.S. I still love you
Autor: Han, Jenny
Editorial: Simon & Schuster Export 
Año de publicación: 2015
Páginas: 337
ISBN: 9781481444712
Precio: 9,76 € en Bookdepository

"Lara Jean didn't expect to "really "fall for Peter. She and Peter were just pretending. Except suddenly they weren't. Now Lara Jean is more confused than ever. When another boy from her past returns to her life, Lara Jean's feelings for him return too. Can a girl be in love with two boys at once?"


Puede contener spoilers de A todos los chicos de los que me enamoré/To all the boys I loved before.

Esta bilogía de Jenny Han me tiene completamente enamorada, hasta tal punto que ha llegado a convertirse en una de mis novelas favoritas dentro del campo de la literatura romántica juvenil. Ambos títulos (la primera entrega traducida al castellano como A todos los chicos de los que me enamoré) giran en torno a Lara Jean, una chica que optaba por escribir cartas de amor a todos los chicos que le gustaban con la finalidad de olvidarlos y desenamorarse de ellos; en la primera novela, su hermana pequeña opta por enviar todos esos mensajes a sus destinatarios, desencadenando una situación de completa locura para la pobre protagonista, que se llevará más de una sorpresa en relación con los chicos que la rodean. En esta segunda novela (que, por cierto, no ha sido traducida al castellano), continúan las aventuras de Lara Jean, que va a experimentar los primeros altibajos en su relación con Peter considerando el tiempo que éste pasa con su expareja Genevieve. Igualmente, se podría decir que un segundo chico aparece en escena, alguien agradable, dulce y irresistiblemente guapo. La protagonista tendrá que tomar toda una serie de decisiones, enfrentarse a situaciones que no se le habría pasado por la cabeza y, sobre todo, platearse con quién quiere estar realmente.

Cuando hablo de esta novela siempre repito lo mismo: la ternura. No sé si es la forma de escribir de Jenny Han, el carácter del personaje, la ambientación o qué, pero esta es la historia más dulce y adorable que he leído en mucho tiempo. Realmente no sé muy bien cuáles son los motivos que me llevan a pensar esto, supongo que todo ello deriva, en gran parte, en la forma de hablar propia de los personajes, que desprenden una química que pocas veces he visto en otras novelas, y consiguen que el lector llegue a creer en la historia de amor que se narra, como si del extracto de un diario se tratara. Esta segunda parte es más "tormentosa" en el sentido en el que las emociones van a estar a flor de piel, primando las escenas melancólicas, los conflictos o la tristeza en algunos casos. Sin embargo, he de decir que ese encanto tan especial de la biología prevalece en ambas entregas.

Personalmente no soy una fan de los triángulos amorosos y el ir y venir de los personajes, si bien, en este caso, no puedo quejarme, ya que se ha introducido a un personaje tan sumamente carismático que, al igual que pasó en su momento con Peter, vas a encapricharte con él, de modo que comprendes la actitud de la protagonista y su confusión. Sin embargo, he decir que me parece un triángulo mucho más legal en este caso porque nadie se aprovecha de la situación y porque ella intenta mantener la mente fría y conservar su lealtad (que no es lo mismo que su fidelidad, pero eso queda oculto en esta reseña).

A pesar del cambio de tono y de los giros que va a experimentar la historia, la novela sigue manteniéndose fresca, agradable y entretenida, además de mantener el interés del lector, aunque puedas imaginarte como va a terminar. No se me ha hecho pesada o rayante (puede darse el caso de que los tiras y aflojas de una novela no sean un tema apasionante, pero hay otros aspectos que se tratan) para nada, e igualmente, me ha gustado profundizar en otros aspectos como las relaciones familiares, rupturas, distancia, incluso algunas tradiciones coreanas, pero, sobre todo, la amistad, ya que en esta segunda entrega se explica el porqué de la relación entre Lara Jean y Genevieve, entre otras cosas. El final se podría decir que queda un tanto abierto, pero es satisfactorio, emocionante y bonito. En resumidas cuentas, siempre es un placer volver a releer esta bilogía, tengo unas ganas horribles de hacerme con alguna otra obra de Jenny Han.


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